Pasear por las ruinas de la antigua ciudad sepultada de Pompeya es una experiencia fantástica.
Enterrada bajo una capa de material volcánico en el año 79 d.C., Pompeya nos permite vislumbrar la lujosa vida que esta rica ciudad ofrecía a sus habitantes.

La mayoría de los pompeyanos vivían en lujosas casas, villas o domus, que estaban pintadas al fresco y decoradas con estuco y mosaicos. Hermosos jardines estaban adornados con estatuas de mármol, rica vegetación, fuentes y ninfeos, lugares dedicados a las Ninfas, diosas de la naturaleza y las aguas, para relajarse.
Las tiendas eran numerosas, sobre todo las de alimentación, llamadas thermopolium, caracterizadas por mostradores decorados con estuco o revestidos de mármol en los que se incrustaban dolia, ánforas de terracota que contenían alimentos para llevar. También había muchas panaderías, ya que la ciudad era uno de los centros comerciales más importantes del golfo de Nápoles.
Las calles empedradas son conocidas por tener grandes piedras elevadas en el centro que permitían a los peatones cruzar y evitar mojarse los pies en la suciedad creada por el paso constante de carros tirados por animales.
Durante la visita, una experiencia inolvidable es la de los dos teatros que aún se conservan en buen estado. El teatro grande tenía capacidad para 5000 personas, mientras que el más pequeño, llamado Odeion, sólo podía acoger a 1000 espectadores.
A continuación visitaremos los complejos de baños donde, además de los estucos, pinturas y mosaicos, podremos admirar el sistema de calefacción utilizado en la antigua ciudad.
Pompeya es una experiencia única que permanece en el corazón y la memoria de todos los visitantes.
La visita guiada dura al menos dos horas y media. También se puede pasar un día entero visitando los lugares más fascinantes de la ciudad antigua.
Para una visita guiada por favor póngase en contacto con la siguiente dirección de correo electrónico: belsannino@gmail.com
© Dr Maria Sannino 2023